Itinerarios del vídeo. De LOOP a SCREEN (2003-2013)

LOOP nace en 2003 y adopta el nombre de uno de los recursos más característicos del video cuándo irrumpe como medio, herramienta y lenguaje en la década de los años 60: la proyección en loop o en bucle. La construcción de la imagen, la introducción del tiempo, sonido y velocidad en la obra así como la experimentación con las nuevas posibilidades tecnológicas fueron marcas distintivas de las primeras décadas del videoarte, que pasó de ser un instrumento adicional a otras prácticas hasta convertirse progresivamente en una categoría en sí mismo, tanto dentro de la historiografía como de la institución arte y alterando ambas estancias por igual.

Tras una década, a día de hoy la idea original ha evolucionado acorde con los cambios que los artistas han llevado a cabo. Frente a la proliferación de los usos del video y su hibridación con otros medios (pensemos en la instalación y como ha reconfigurado no sólo la escultura sino también el espacio del museo; los vasos comunicantes y confusión entre el cine de artista, el cine experimental, el videoarte, etc.) seguir sosteniendo la etiqueta video puede ya ser problemática por ser reductiva. Nos situamos ya bajo el paraguas conceptual de las imágenes en movimiento, que engloba una perspectiva de producción audiovisual de límites porosos y dinámicos, imposible de unificar desde un punto de vista estético o técnico. Y así llegamos a la pantalla (screen), que en este nuevo horizonte se entiende como el soporte mínimo necesario, junto con la presencia de un público, para que el cine y video de artista puedan existir. Ya sean de tela, estructuras complejas o mentales, la pantalla aparece como denominador común y grado cero de esta experiencia.

FOTOS © Pablo Candamio