Exhalar palabras que todavía no han sido dichas, imágenes que piden ser recordadas y visiones imprecisas que estallan para ser escuchadas. Remover en los rastros del mundo que todavía quiere ser mundo es un acto de valentía que no es necesario defender de las respuestas conocidas. Las trazas que constituyen el presente complican nuestras experiencias, haciendo hervir un estado olvidado o desconocido. Nos inducen hacia una alteración temporal, una especie de estado azaroso que pone cuerpo a lo que nos es molesto, misterioso, inalcanzable, pero que a la vez nos empapa.
Las obras de esta exposición respiran profundidades insólitas, hostiles y delicadas de nuestra memoria individual y colectiva. Revelan historias cercanas, extrañas, dolorosas, que impregnan los territorios, que los desean, que se encienden, y que separan los espesores y los cuerpos. Esto, al final, ¿qué es? ¿Una conversación o un reclamo de vida? Esta dualidad de las obras, que es una misma cosa, se funde con el coraje de dar nombre a lo queridamente escondido. Exuda la noción de evocar recuerdos del pasado mientras se retienen en la violencia del momento presente, tomando forma y sustancia en el espacio que las acoge.
Experimentar la temporalidad de los residuos y la memoria matérica de los cuerpos implica también forzar el acto de aparecer, exponer su presencia. Una presencia a menudo sometida al juicio y conocimiento ajeno. Entre ese murmullo, afloran voces que llaman la pregunta y la contradicción, que emergen entre las sombras a veces en silencio.
Esta exposición quiere explorar el concepto de rastro a través de diversas imágenes y significados, entendiéndolo como un elemento plástico, lingüístico y metafórico que cala, impregna y tiene la capacidad de resurgir como un corte.
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Judith Adataberna ha desarrollado su imaginario a través del cine experimental, la fotografía y la video-instalación. Se formó en Bellas Artes y completó sus estudios en el laboratorio de cine experimental Master-LAV.
De padres marineros pasa su niñez en una batea de ostras, desarrollando una gran observación por la naturaleza y su fenomenología. Su interés por la psicología y los misterios de la conciencia han sido claves para formular obras simulativas que desafían escalas y umbrales de la percepción. En sus temas ha tratado los mecanismos de supervivencia y el devenir tecnológico planteando preguntas sobre el desarraigo humano con la naturaleza.
Su trabajo se ha podido ver en festivales como Curtocircuito, PlayDoc, Filmadrid, Intersección, LEV y espacios o galerías como Sim Gallery (Reykjavik), Venice Art Projects (Venice), Chiquita room – City Screen Loop Barcelona, ETOPIA (Zaragoza), MACBA «Invocacions», Instituto Cervantes, Leira Haus o La Casa Encendida.
Imagen Ensayo es un colectivo de artes visuales situado en la ciudad de Barcelona que se configura en torno a la experiencia migrante, el activismo antirracista, el feminismo crítico de la blanquitud colonial y la sexo-género disidencia. En sus trabajos, que han oscilado entre el audiovisual y la generación de imágenes con inteligencia artificial, confluyen la investigación social y la comunicación política comunitaria, con énfasis en la codificación de los archivos de frontera en el contexto de un capitalismo de corte racial. El colectivo está integrado por Valeria Linera y Rodrigo Requena.
Graduada en Bellas Artes por la Universidad de Castilla La Mancha (2014), ha cursado el Máster de Producción Artística de la Universidad Politécnica de Valencia (2016).
Su trabajo muestra interés por estudios vinculados a la preservación del ecosistema marino y la observación del cosmos. Investiga sobre las relaciones simbólicas entre realidad y ficción, así como las ideas de error y fracaso en relación a modelos de pensamiento históricos cuya continuidad es perceptible en la conciencia productiva y visual contemporánea. Pone en tensión conceptos como los de dispersión y velocidad con los de duración y experiencia temporal. Cuestiona el uso de los espacios y los objetos, enlazando ideas sobre renovación y desecho con las de reactivación y resignificación, trabajando a partir de acontecimientos aparentemente insignificantes. Utiliza las huellas de una sociedad en continuo cambio para llevar a cabo una arqueología del tiempo que investiga mediante la memoria de los espacios.
Rio Molinengo es realizador audiovisual y de sonido experimental. Estudió Bellas Artes en la Facultad de Humanidades y Artes en la Universidad Nacional de Rosario. Reside en Barcelona desde 2017.
Su obra como realizador audiovisual busca registrar lo cotidiano de forma experimental. Sonidos creados y texturas se funden en un diario de paisajes urbanos, naturaleza y retratos, capturados con la cámara en mano.
Pantea es una artista sonora y multidisciplinar iraní que trabaja con narrativas de conexión ecológica y más-que-humana; es una apasionada del medio ambiente, las plantas y los humedales. Su trabajo incluye performances, caminatas, cine, fotografía y música. Más recientemente, pantea se ha centrado en desarrollar una práctica socialmente comprometida explorando las posibilidades que ofrecen el sonido y la escucha. pantea es la mitad del grupo de diseño Studio Informal y miembro de Khamoosh, un colectivo de investigación artística dedicado a preservar y archivar el patrimonio sonoro iraní. Ha actuado y expuesto internacionalmente en Reino Unido, Países Bajos, Alemania, Bélgica, Croacia, Turquía, Irán e India.
Eva Paià es Directora Artística de la Sala d’Art Jove y Comisaria Adjunta del Loop Festival 2025. Tiene un Máster en Estudios Avanzados y una Licenciatura en Historia del Arte, ambos por la Universidad de Barcelona. Desde 2020, colabora con el Departamento de Educación del MACBA, reflexionando sobre la institución y proponiendo formas alternativas de implicación y de dar voz dentro del museo. Ha colaborado con instituciones como el MACBA, La Escocesa o Fabra i Coats, con proyectos como Idensitat, con galerías como àngels barcelona y con festivales como Loop Festival o Art Nou. Ha escrito para A*desk, El Temps de les Arts y La Maleta de Portbou.