La obra de video Baby Jesus (2023) presenta un caso extraordinario de entrelazamiento entre propiedad, el yo y la supervivencia. En colaboración con Therese Henningsen, Hansen retrata a cuatro monjas de la congregación de las Pequeñas Hermanas de Jesús que viven en un bloque de viviendas en Hoxton, Londres, y en una casa compartida en Walsingham, un pueblo de peregrinación católico en el Reino Unido. Al tomar «La Cruz» y los votos de pobreza, castidad y obediencia, las monjas renuncian a la propiedad y a los sentimientos de posesividad.

Guiadas por su fe católica y su relación con Dios, su autoconcepto se basa en difundir el Evangelio a través de trabajos de servicio mal remunerados y vivir en comunidad. Se alinean con los marginados y practican, en cierto sentido, una contracultura en contraposición a la de los actuales propietarios aspiracionales. Una de las monjas hace bebés Jesús de arcilla a partir de docenas de moldes de yeso de diferentes tamaños, llenando el vacío reproduciendo el mensaje de la Iglesia con múltiples objetos infantiles.