El punto de partida de Double Talk, el vídeo de dos canales de Tao Hui, es la historia de un actor muerto. A medida que se entrelazan diferentes niveles de narración y análisis -una práctica habitual de Hui-, pero, la obra acaba involucrando el espectador tanto en la trama como en la manera en que está explicada. Ambos vídeos están uno junto al otro. Uno de ellos muestra una persona acompañada de periodistas con micrófonos y cámaras. Visitan varios lugares: un hospital, un restaurante, una ciudad y un escenario. Por la narración nos enteramos que se trata de un actor que ha muerto y que las imágenes pertenecen a lugares significativos de su vida.

El otro vídeo muestra una clase oscura: un profesor y sus alumnos están viendo una película del actor. Las intervenciones ocasionales del profesor sugieren que está impartiendo una clase de periodismo. En efecto, el espectador de Double Talk se convierte a la vez en uno de los alumnos del aula y en uno de los paparazzis que persiguen el actor. Hui  añade otra complicación adicional, y es que el actor, a la vez, está hablando de su muerte. Se convierte así en una figura fantasmal. El espectador, pues, se tiene que cuestionar las imágenes a otro nivel: ¿tenemos que creer en los fantasmas?

Tao Hui se licenció en Bellas artes en el Instituto de Bellas artes de Sichuan el 2010. Actualmente vive y trabaja en Pekín. Conocido principalmente por sus videoinstalaciones inmersivas, Tao Hui rompe los límites de la ficción y la realidad para abordar cuestiones relacionadas con la cultura y la identidad. Sus obras son viscerales y provocativas, pero también aclaratorias y llenas de poder emocional. A menudo generan la sensación de estar «fuera de lugar» y consiguen que el espectador se confronte con su historia cultural, formas de vida e identidades sociales.