Los procesos que componen la cuarta revolución industrial cambian el papel del pensamiento en la economía, la política y la tecnología. Los modelos descriptivos se convierten en un método que permite a las nuevas empresas planificar sus acciones, y su modelo cognitivo a menudo no solamente determina la cultura empresarial, sino también el valor público de las ideas de una start-up en concreto. La interacción entre humanos y objetos, así como el intercambio de datos y conocimientos, constituyen una esfera social que funciona bajo un cambio en los comportamientos cognitivos amenazador y análogo al que se produjo en la época soviética.

Esta obra parte de la historia del uso de los modelos descriptivos, de la visualización, de las técnicas políticas y de los posicionamientos culturales de la sociedad Theranos, que se ha convertido en un ejemplo de la monetización de una promesa inexistente de seguimiento bioquímico del cuerpo humano. Esta idea de ciencia-ficción práctica se basó en la búsqueda de un nuevo modelo de relación entre el cuerpo y el intelecto. El análisis bioquímico de la sangre y la representación de la utopía natural basada en el conocimiento del cuerpo apelaba a la inteligencia emocional, y la tecnología de Theranos se ocultaba tras una imagen de esta naturaleza. Así pues, el público percibió la situación como un juego de rol con la start-up de Elizabeth Holmes, basada en el conocimiento.

Asimismo, el filósofo soviético Georgy Schedrovizky se dedicó a juegos organizativos-performativos similares y, basándose en esta metodología, trató de afrontar un alud de cambios en la dimensión cognitiva de las esferas política, económica y cultural de la Unión Soviética. La narración se basa en un discurso de Elizabeth Holmes en TEDMed y en modelos descriptivos desarrollados por Schedrovizky.

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