En Philosopher’s Stone, Lee Woongcheol dirige su atención a la búsqueda humana de transformación y significado a través de la materia. A diferencia de la visión más distópica de Perspective, esta obra explora el potencial de la sabiduría y la creación humanas. El vídeo yuxtapone imágenes reales del Panteón con reconstrucciones digitales, fusionando mito, ciencia y tecnología. Tomando el diamante—una sustancia tradicionalmente formada durante eones de presión geológica—como metáfora, el artista examina cómo la ciencia contemporánea reproduce ahora este proceso en laboratorios artificiales. La obra cuestiona el equivalente moderno de la alquimia: cómo la tecnología, inspirada en un principio por el mito, ha comenzado ahora a materializar estos sueños antiguos.

Usando la piedra en bruto como símbolo central, Philosopher’s Stone se expande hacia una investigación más amplia sobre los materiales, tanto como recursos naturales como como herramientas tecnológicas. La obra explora la frontera difusa entre arquetipos míticos y fenómenos observables, planteando preguntas sobre el anhelo perdurable de la humanidad por la trascendencia a lo largo del tiempo y las culturas.