Terra Firme es el nombre que reciben los bosques de las regiones altas de la Amazonia donde no hay inundaciones -como las tierras bajas. En esta zona la gente puede andar libremente. El vídeo se compone de dos momentos: el presente, en la sala de proyección; y el pasado, en la Amazonas. En la Amazonia, la cámara intercala planes en primera persona, imágenes del cuerpo y escenas fijas, material que fue grabado a lo largo de un día. El resultado es una combinación de planes quietos e imágenes en movimiento que simbolizan una mirada humana en acción. Atrapado entre el equilibrio de estos movimientos, el sonido es el testigo más inmediato. Permanece escondido en un entorno en el cual los humanos no parecen pertenecer. Terra Firme se construye sobre el concepto de «presencia física». La inmersión sustituye el estilo figurativo o abstracto.

A lo largo del vídeo, el artista alterna entre planes enfocados y desenfocados para recrear la atmósfera irreal que el hombre siente mientras se está en un lugar. En este caso, las regiones despobladas ―como algunas de la Amazonia― son el escenario permanente de una época anterior a la existencia del paisaje y en la ausencia de la imagen. Una época en la cual los humanos no consideraban el entorno como un elemento separado de ellos mismos. Una época en que el concepto «paisaje» no existía. En efecto, para un indígena, el paisaje no se encuentra en el entorno inmediato, sino en la contemplación de las estrellas lejanas.

Pedro Vaz nació el 1977 en Maputo y actualmente vive y trabaja a Lisboa. Licenciado en Pintura el 2006 por la facultad de Bellas artes de la Universidad de Lisboa, su investigación artística se centra en el paisaje y la naturaleza y se inspira en las expediciones de senderismo de zonas remotas. La pintura y las instalaciones de vídeo son los medios que más utiliza. Ha expuesto a Europa, Brasil, México y en Estados Unidos, así como en los museos MAAT de Lisboa, el Kreeger Museum de Estados Unidos y el Arquipélago – Centro de Artes Contemporâneas de las Islas Azores.