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En su videoinstalación The Desire Project, Grada Kilomba utiliza la palabra escrita como único elemento visual, acompañado por el redoble rítmico de un tambor que hace la vez de voz metafórica, indicando la aparición de un hablante que se ha visto históricamente acallado por los relatos coloniales.

La obra se compone de tres vídeos que representan tres momentos cronológicos: While I Walk, While I Speak y While I Write. En cada vídeo, un texto en blanco aparece contra un fondo negro, acompañado por el redoble rítmico de un tambor, obra del compositor Moses Leo. El tambor sustituye a la habitual voz en off, convirtiéndose en un tipo de narración evocadora de la tradición de los cuentacuentos africanos.

Kilomba resalta ante todo la importancia de la escritura en su obra que, según explica, es «casi una obligación de encontrarme a mí misma».

Según Gabi Ngcobo, «En su obra visual, Kilomba abandona el formato del libro al estirar las páginas, derramándolas y extendiéndolas hacia el campo de visión».

En este texto impactante, Kilomba juega con la noción de memoria como teoría del olvido: «uno no puede simplemente olvidar, y uno no puede evitar recordar», escribe. Para entrar en la videoinstalación hay que pasar delante de un altar dedicado a la antepasada Anastácia, una esclava africana liberta cuya boca ha sido sellada para generar una sensación de terror y de mutismo. Según Kilomba, Anastácia no solamente encarna el conflictivo triángulo África-Europa-América, sino que también plantea las cuestiones relevantes de «¿quién puede hablar?», «¿de qué podemos hablar?» y «¿qué ocurre cuando hablamos?».

Esta obra fue comisionada para la 32 bienal de São Paulo – Incerteza viva, 2016.